(Museo de Arte Moderno, Nueva York)
Siempre me viene la misma imagen a la mente, "la persistencia en la memoria", cuadro que data de 1931.
Según él mismo dice, se inspiró en el queso camembert a la hora de añadir los relojes al cuadro, relacionándolos por su calidad de "tiernos, extravagantes, solitarios y paranoico-críticos".
Los relojes, como la memoria, se han reblandecido por el paso del tiempo. Son relojes perfectamente verosímiles que siguen marcando la hora (supuestamente en torno a la seis de la tarde). Dalí dijo sobre el cuadro: "Lo mismo que me sorprende que un oficinista de banco nunca se haya comido un cheque, asimismo me asombra que nunca antes de mí, a ningún otro pintor se le ocurriese pintar un reloj blando".
Obra clásica del autor. Pareciera que manipulando el medio de control del tiempo lo estuviera doblegando, como si uno pudiera escapar al paso del tiempo sólo por desfigurar sus instrumentos de medición.
Se observa también un rostro híbrido que semeja parte pájaro parte ser humano, el cual encima tiene uno de estos relojes doblegados, como si no pudiera librarse de este medio de control. A la izquierda se observa un reloj cerrado y encima de éste partículas que podrían representar restos de podredumbre.
EL DIBUJO tiene una enorme importancia en el cuadro. Es de líneas puras, muy académico y relamido. Los objetos están representados con exactitud y detallismo, pero sus dimensiones no son reales y están deformados.LA LUZ juega un gran papel. El cuadro está dividido en dos partes no simétricas: una tenebrista, en primer término, con un foco de luz a la derecha que ilumina suavemente los objetos, que proyectan sus sombras y se recortan en el espacio; y la otra, fuertemente iluminada, al fondo, con una luz muy blanca, irreal.
EL COLOR es rico y variado. Predominan los tonos frios (azules, grises, blancos), que contrastan con los cálidos (ocres, marrones y amarillos).
LA COMPOSICIÓN está muy estudiada. Domina la línea horizontal del mar al fondo, remarcada por la luz, que divide el cuadro en dos mitades desiguales pero armoniosas. Se complementa con la horizontal de la rama seca del árbol, que con su tronco marca a la izquierda una vertical que equilibra la composición. Como elementos dinámicos, el pintor utiliza las líneas diagonales (mesa, cabeza) y las curvas (relojes, cabeza). El color contribuye a lograr estos efectos, ya que los tonos cálidos nos acercan las formas, mientras que los frios las alejan. La perspectiva tradicional existe, pero el espacio parece extraño. El punto de vista del espectador es alto, aunque no en todos los objetos.
En cuanto al ESTILO, es una obra perteneciente al ya citado Surrealismo, movimiento de vanguardia artística creado en 1924 tras el Manifiesto de André Breton, guía espiritual y dictador del mismo.
El Surrealismo es heredero del movimiento Dadá en el uso constante de la provocación ("épater le bourgeois") y los materiales de desecho, así como en su deseo de liberar la imaginación del corsé de la razón. Inspirándose en Freud, los surrealistas creían que la única forma de hacerlo era tener acceso al subconsciente. Su temática es la de los sueños. El arte será para ellos un método de conocimiento de la realidad interior, no visible. En cuanto a las técnicas, usan el automatismo (que consiste en dibujar o escribir sin lógica, moviendo la mano incontroladamente), la desorientación reflexiva (por la que asocian objetos extraños, surgidos del subconsciente, en espacios lógicos y realistas, queriendo hacer buena la frase de Lautreamont "Bello es el encuentro fortuito sobre una mesa de operaciones, de una máquina de coser y de un paraguas"), el frotagge o dibujo obtenido mediante frotamiento, y otras técnicas dadás como el fotomontaje, el objeto encontrado, etc.
Dentro del Surrealismo hay dos modalidades: la objetiva o figurativa, que utiliza una técnica casi fotográfica para imitar la realidad, y a la cual pertenecen Dalí, Magritte, Ernst, Delvaux. y la antiobjetiva o de formas más o menos abstractizantes, de un lenguaje casi poético. En ella incluimos a Miró, Tanguy, Matta.
En cuanto a Dalí, este utilizaba más la fijación de imágenes tomadas de los sueños, según Breton, "...abusando de ellas y poniendo en peligro la credibilidad del Surrealismo..."; inventó lo que él mismo llamó método paranoico-crítico, una mezcla entre la técnica de observación de Da Vinci por medio de la cual observando una pared se podía ver como surgían formas y técnicas de frottage; fruto de esta técnica son las obras en las que se ven dos imágenes en un sola configuración. Dalí era un buen pintor porque podía ver cosas en una manera que otras personas no podían. El método de paranoico-crítico es la capacidad percibir diferentes imágenes en una cosa. Dalí podía estimular un estado de paranoico y salir del estado, pintando lo que había visto. Por eso, sus cuadros se aparecían como sus sueños. Esta capacidad hizo a Dalí famoso y mejor que otros surrealistas.
Estos temas se repetirán numerosas veces en sus obras. Ésta antecede a otra , la cual se llama " La desintegración de la Persistencia en La Memoria", cuya imagen podemos ver aquí abajo.
Qué genio verdad?
Hasta se han llegado a hacer múltiples versiones de esta magnífica obra, con temática de los Simpson o del mismísimo Bob Esponja :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario